El equilibrio de la vida

Martín no dejaba de llorar, trabado en pensamientos brumosos, que no le decían nada, y escuetamente lo encerraban en una poza de vacilaciones sin manumisión ulterior. Todo era gris para Martín.

Luego de unas horas, un anciano, que por ahí pasaba, se le sentó al lado, y le dijo:

-Niño, no tienes porque preocuparte tanto.. Eres solo un niño. Las cosas para ti no deberían ser tan enervadas. Tienes la edad de la inocencia, del decoro, de la verdad absoluta. Nosotros, al transitar la vida, tendríamos que ser como tu. Los adultos, tenemos que vivir la vida, simplemente para buscar la pureza que de niños una vez se nos ofreció.

A lo que Martín respondió

-Señor, usted no comprende.. La vida, yo quiero vivirla, quiero ser feliz, pero existe algo que no me deja continuar, una sola pregunta le voy a hacer, se lo prometo, y con la respuesta usted me entregara libertad para seguir siendo un niño.

-Entonces eso es lo que are- Dijo el viejo sabio mientras miraba fijamente sus zapatos gastados –Contestare a esa pregunta, pero prométemelo, prométeme que volverás a ser un niño luego.

-Se lo prometo señor- dijo Martín mirando frecuentadas veces al anciano.

El viejo sonrío a Martín, dándole al niño autorización para efectuar la pregunta; y entonces, Martín dijo:

-Anciano ¿que es la vida?

El anciano río gradualmente, y respondió:

-Hijo, la vida, la vida es una especie de bambú sujetado por un chino con dos aves en los extremos.. eso es la vida..

Luego de estas palabras, y tras un leve suspiro que marcó un quiebre entre la charla y la despedida del viejo, Martín vivió su vida con normalidad, hasta comprarse un fitito a la edad de 24 años.

Fin

By Saf